Textualmente agrega: "A pregunta expresa de Joaquín, contesto Calderón:
"Mi deber es respetar la ley y las resoluciones de la Corte, que es quien la interpreta y eso lo haré escrupulosamente. Si la ley ha interpretado que eso es lo correcto en el ámbito jurídico, mi deber como presidente se limita a eso, tanto en el tema de matrimonio de personas del mismo sexo como en la adopción por esas personas... la adopción es una figura instituida en beneficio de los niños que no tienen familia, y su derecho es tener una familia... una familia donde pudiera desarrollarse plenamente sin ser discriminado, recibiendo cariño y afecto; no dudo que pueda tener en esos matrimonios."
Comentando lo anterior se puede decir que así se cierra el círculo.
La asamblea de Representantes del D.F. aprobó la adopción de niños por parejas homosexuales. La suprema Corte lo considera legal, y ahora el Poder Ejecutivo lo ratifica. Los niños en adopción quedan a merced de la homosexualidad y del sida. Ni Derechos Humanos se ha pronunciado a favor de ellos.
Si esto se sometiera a plebiscito se vería que la Sociedad lo repudia. ¿Esto es "Democracia", o bien, es consigna?
Salvador Borrego Escalante